miércoles, 28 de noviembre de 2007

Tributo a "Mi vecina Martier"

No sé si es muy famosa por la Red (tiene más de 1.000 subscriptores) pero yo la conocí ayer y aun me tiene alucinado. Se hace llamar Malevolia y tiene un vídeoblog. Es una romántica, una amante de la poesía y su mayor sueño es ser locutora.

Pero lo que más impacta de ella es que, de primeras, uno dice: "Esta tía es rara". Al menos, de primeras. Más tarde uno la acaba comprendiendo y entiende que no es que sea rara, sino que es ella misma. Y por eso hace todo lo que le da la gana sin intentar hacer reír a nadie más que a sí misma y sin perder esa sensibilidad romántica. Se mueve entre la dulzura y el frikismo (de ahí su éxito, creo).

La verdad es que es algo complicado hablar de ella sin publicar sus entradas de vídeoblog. En la mayoría de ellas se dedica a leer poesía (paradójicamente, las entradas que menos me gustan)


También tiene algunos vídeos, digamos, ¿? (¿Alguien conoce el adjetivo apropiado?)


Y otros que, como todo romántico, aluden a la autodestrucción.


Se le va la olla pero a mí me ha enganchado. Se ha ganado otro subscriptor. Podéis encontrarla en:

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Si que está un poco loca si...mira que beber vodka habiendo tequila...

En cuanto descubra como se ponen videos actualizaré mi rincón de sabiduría yo también, con alguna que otra locura (muhahaha).

carmncitta dijo...

Yo la descubrí hace una semana...

yo es que todavía no 'entiendo' los videoblogs, lo veo todo muy falso, muy preparado, hay algo que no me convence, no sé lo que es...pero hay algo.

muaks

petra dijo...

Alex, me ha gustado tu tributo (para mí es un descubrimiento) la verdad es que esta 'vecina' tiene algo que consigue enganchar!
(=

Un besO!

Inma dijo...

Cuando dice que ya va a parar de hablar (capítulo 2) no es porque se acabe el poema o su comentario, es porque su estómago no digiere más vodka....
Y bueno, he de decir que me encanta su voz ( no la de pitufina). Es genial.

Salut! ;)

Maxi dijo...

Es cierto, una vez entré a ese blog y me enganchó más la personalidad extraña de Carolina que la lectura de poemas.