Hoy, viendo "Algo trama el tramoyista", también he salido, pero espantao. He sido uno de los seis primeros que, tras sesenta minutos de teatro, ha decidido abandonar la sala antes de tiempo. Y después de mí vinieron todos los demás. Lo que os digo: espantaos.
Y el caso es que el autor de la obra, Fernando Lalana, es un hombre que ha nacido, sin duda, para escribir. A parte de ser una gran persona (él personalmente me introdujo desde que era niño en el mundo de la lectura), puede decirse que como escritor ha conseguido, por un lado, grandes logros, como que su libro "Morirás en Chafarinas" acabara en las taquillas españolas protagonizado por Jorge Sanz, y por otro lado, también pequeños éxitos, porque "El secreto de la arboleda" es uno de esos libros que los que lo han leído recuerdan con más ilusión.
Así que, sin ánimos de dármelas de profesional crítico de cultura, pues no lo soy, en mi opinión la razón del gran desastre de "Algo trama el tramoyista" ha sido la materialización del guión, es decir, los actores. La historia era buena y los diálogos divertidos, pero no ha bastado. Los actores no supieron transmitirlo.
Por darle a toda esta historia un final filosófico (¿y por qué no?), digamos que incluso este caso vale para reafirmar que la vida es puro teatro. De nada sirve tener un buen guión, una buena historia o una montaña de buenas intenciones si, a la hora de la verdad, no eres capaz de abrirte lo suficiente para conseguir que todo ese caudal de esfuerzo e ilusión salga de lo más profundo de ti. Sólo de eso dependerá que, una vez abandones para siempre el escenario de tu vida, seas capaz de escuchar los aplausos entre las bambalinas.
9 comentarios:
Ayer, viendo un episodio de Friends (oooootra vez) hablábamos en mi casa sobre esto. Los guiones son buenísimos, pero los actores excelentes.
Probablemente si hubiesen sido otros, la serie no habría sido la misma. Y es que, un buen argumento y buenos guiones son fundamentales, pero lo que llega a la gente es el trabajo del actor. La interpretación es lo que "se ve", y a mi parecer si eso es malo todo lo demás no importa.
Por cierto, buena reflexión final ;)
Esa última reflexión merece mucho más que un aplauso escuchado desde bambalinas.
Te venía siguiendo estos días, me enamoré de la luna de tu perfil pero no sabía que eras de Zaragotham, qué casualidad :)
Gracias por tus visitas! Yo también te seguiré la pista :)
Yo soy de las tontas que aguanta en la butaca pase lo que pase porque me da vergüenza levantarme antes de tiempo y que todo el mundo me vea marcharme.
Hermoso pensamiento el último. El último de la entrada, claro, que mi frase ha sonado a amenaza.
Yo como ya alguien ha dicho por aquí soy de las que aguantan hasta el final de la obra o de la película que esté viendo aunque sea un auténtico coñazo. Más que nada, por no pasar la verguenza de levantarme......pero en alguna ocasión ganas no me han faltado.
Igualmente digo que la reflexión final que haces es genial !!.
PD: Gracias por tu visita.
Pues vaya papelón para los guionistas, que los pobres siempre están entre bambalinas... si encima los que dan la cara no lo hacen muy bien...
Qué valiente fuiste! Yo me he tragado cada rollo porque tengo esa fea manía de pensar que todo el mundo me mira de reojo :)
Saludos!!
Vaya por dios! Ya es mala suerte que unos actores fastidien una obra de teatro que podría ser buena.
Por cierto:
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Este es el albergue.
Teniendo en cuenta que me queda como una semana para las recuperaciones de Septiembre, confieso que la "reflexión filosófica" no me sube mucho los ánimos, xD, pero tienes toda la razón.
Saludos.
Si uno se para se muere, y cuando llega el frío aquí no hay quien asome la nariz a la calle por eso, hay que aprovechar la ocasión de que sigue brillando el sol con fuerza para descargar adrenalina y disfrutar... la hibernación está cerca.
Saludos.
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