Desde la última década el mundo del arte vive una auténtica revolución a favor de una rehumanización social, de un renacimiento del ser humano. Autores como Banksy unen inconscientemente sus fuerzas por un movimiento que haga del individuo algo más que un número en el censo. A esa corriente se une una aragonesa, Julia Silva, que mañana inaugura en Zaragoza una exposición de fotografía titulada "Documento Nacional de (des)Identidad".
Personalmente, le agradezco a la autora que se haga eco de este tipo de reivindicaciones, ya que casi siempre es el arte el principal motor de las luchas sociales. Una persona muy cercana a mí redactó para su exposición la siguiente reseña:
"Ya que no sabemos ni de dónde venimos ni hacia dónde vamos, en el mundo occidental nos hemos tomado muy en serio saber quiénes somos. Para ello, tenemos nuestro Documento Nacional de Identidad. Es sólo un trozo de papel plastificado, pero nos vale para identificarnos ante los demás en esta marea de grises seres humanos que no se miran a los ojos, que temen rozarse y que, cuando, por error, lo hacen, se sienten cohibidos, apartan la mirada y ansían sumergirse en la muchedumbre.
Y así funciona todo. Pero no somos una foto de carné que sonríe sin ganas. No somos un número más entre otros tantos. No somos un trozo de papel plastificado. Porque no somos grises, porque podemos mirarnos al espejo y sacarnos los colores.
Para que, cuando sumergidos en esa marea humana nos encontremos en la cresta de la misma ola, podamos mirarnos a los ojos, presentarnos el uno al otro y contarnos de dónde venimos y hacia dónde vamos. Y si es en la misma dirección, mejor."
"Ya que no sabemos ni de dónde venimos ni hacia dónde vamos, en el mundo occidental nos hemos tomado muy en serio saber quiénes somos. Para ello, tenemos nuestro Documento Nacional de Identidad. Es sólo un trozo de papel plastificado, pero nos vale para identificarnos ante los demás en esta marea de grises seres humanos que no se miran a los ojos, que temen rozarse y que, cuando, por error, lo hacen, se sienten cohibidos, apartan la mirada y ansían sumergirse en la muchedumbre.
Y así funciona todo. Pero no somos una foto de carné que sonríe sin ganas. No somos un número más entre otros tantos. No somos un trozo de papel plastificado. Porque no somos grises, porque podemos mirarnos al espejo y sacarnos los colores.
Para que, cuando sumergidos en esa marea humana nos encontremos en la cresta de la misma ola, podamos mirarnos a los ojos, presentarnos el uno al otro y contarnos de dónde venimos y hacia dónde vamos. Y si es en la misma dirección, mejor."
Podéis visitarla hasta el 10 de octubre en la Sala de Exposiciones de Ibercaja, en el número 35 de la calle Torre Nueva, en Zaragoza, de lunes a sábado de 19 a 21 horas. Os la recomiendo: Da esperanzas.
ACTUALIZACIÓN (Martes 11/9/07): Los medios de comunicación también se hacen eco de la inauguración.
ACTUALIZACIÓN (Martes 11/9/07): Los medios de comunicación también se hacen eco de la inauguración.
- En la página 19 de la edición zaragozana de 20 Minutos, del 11 de septiembre de 2007. Enlace
- En las ediciones impresa y digital de El Periódico de Aragón. Enlace
- En RedAragon.com. Enlace
8 comentarios:
Oye pues me lo apunto para ir que parece interesante, supongo que dentro de dos semanas iré a Zaragoza así que podré pasarme :D
Anotado ;-)
Julia Silva tambien me suena ^^
Me pilla un poco lejos pero me aprece una iniciativa original y buena buena.
Por cierto, yo nunca sonrío en las fotos de carnet. ¿Alguien lo hace?
Saludos.
Ala, si fuera por aquí abajo iría sin dudarlo, qué pena!
riesgo, yo si sonrío!
besos niño!
El título es llamativo, me gusta. Esto de la (des)identidad, creo que va mucho conmigo. Y además son fotografías, con lo que nos gustan las fotos eh, Alex!
Bueno, cuídate!
Un besito!
Que blog mas chuli, salu2.
Como no puedo ir, tu te encargaras de ampliarnos y mostranos muchas fotos de la exposición...
Gracias y besos
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